lunes, 26 de enero de 2009

Al otro lado de la pantalla

Un joven veinteañero miraba la televisión nueva que había comprado su padre. Ya unos años antes había tenido contacto con uno de estos aparatos en casa de una tía, cuando pudieron apreciar la llegada del hombre a la luna. Pero era la primera vez que tenían una en casa.
Ya había visto música libre, el festival de la una y el magnetoscopio cultural entre otros, ninguno de ellos le agradaba en gran manera, pero el hecho de poder ver la imagen en la pantalla le intrigaba y lo mantenía pegado a la pantalla.
Sus padres habían salido de viaje, y no estaban sus hermanos, asíque aquella noche estaba solo en casa.
Agarró galletas e hizo unos jugos para poder ver completa la programación.
Bajó al sótano de la casa, para buscar un colchón de una antigua cama, así poder tirarlo en el living de la casa y quedarse a dormir ahí...
la polvorienta escalera guiaba hacia un oscuro lugar pocas veces visitado por la familia, en la oscuridad maxima busco con sus manos el interruptor que le permitiera encender la ampolleta que alumbraba aquel lugar. Tropezó un par de veces antes de encontrarlo, hasta que por fin la luz ilumino la pieza.
Estantes con libros repletaban las paredes, baúles y cajas llenaban el piso. La falta de aseo se notaba inmediatamente. El olor a humedad y encierro penetraba hasta los huesos.
En la esquina mas alejada se erguía el viejo colchón de la abuela, lo habían traído de su casa al poco tiempo después que ella dejó este mundo.
Lentamente y sorteando los obstáculos logró llegar al colchón, mas cuando lo levantó notó algo que nunca antes había visto. Sus ojos brillaron y sus manos se estiraron antes que su cerebro diese la orden. El colchón cayó al lado de él, pero ni se percató de eso.
El baúl de la abuela estaba ahí, aquel que ella nunca había dejado que el mirase, según ella porque contenía sus mas grandes secretos.
-bah!!! ¿Qué le importará a la abuela si ahora se alguno de sus secretos? Después de todo ya no esta aquí para que me rete. Pensó.
El baúl tenía un candado, así que busco un martillo y sin ninguna fineza le dio un golpe a la cerradura y abrió el baúl.
Fotos antiguas, recortes de diarios una libreta y una piedra estaban en el interior.
-Pffff!!!! Nada más que basura, gran secreto eh abuela?. Dijo desilucionado.
Aun asi se sentó a mirar las fotos. Todas eran fotos de la abuela junto al abuelo en sus años de juventud, en distintas partes, en distintos paises, parecía que la abula habia viajado alrededor del mundo y ellos nunca se habian enterado. Pero algo más capto su atención, era algo q la abuela o el abuelo llevaban en la mano, uno de los dos pero que estaba presente en todas las fotos. Volvió al baul y ahí estaba. Esa piedra insignificante en la esquina del recipiente de madera. – Algo raro hay aquí se dijo asi mismo.
Tomó la libreta de notas y comenzó a leer.
La abuela daba una explicación sobre la importancia de la piedra, según ella le permitia viajar a distintos lugares , con el solo hecho de pensar en el destino sosteniendo la piedra se habria un portal al destino deseado.
El joven medio extrañado pensó que solo eran tonteras de la anciana, mas no perdia nada con el intento, asi que agarro la piedra y pensó en un lugar cercano, para provar.
tomó la piedra en su mano derecha y pensó. Inmediatamente un portal se habrio, se podia ver su pieza al otro lado. Dejo de pensar en aquella habitación y el portal se cerro.. impresionado subio corriendo las escaleras. Se daba vueltas y vueltas pensando en donde querria ir en primer lugar.
Egipto, Londres,China, pasaron por su cabeza. La televisión hacia las de banda sonora, y el se dio cuenta de aquello, se acercó a la pantalla y tomo la piedra con sus dos manos, llevo la idea a su mente y un portal se abrio frente a él. Cerro los ojos y avanzó. Un escalofrio recorrio su cuerpo, dio un paso adelante y cruzó el umbral. En ese momento dejo caer la piedra.
Abrio los ojos y todo era negro escepto tras él. Atrás se veia el living, como por una ventana, y un extraño campo de fuerza le impedia ir hacia el. Miro a su alrededor buscando algo , lo que fuese, pero no habia nada escepto oscuridad.
Cerro los ojos y penso en su hogar, extrañamente para el ningun portal se abrió. Penso nuevamente, esta vez mas concentrado, pero obtubo el mismo resultado. En ese instante se percato q no tenia la piedra , no sabia q hacer, se tiro al suelo y comenzo a buscar palpando en la oscuridad por si esque pudiera encontrar algo. El silencio del lugar lo mataba.
Cuando ya no sabia q hacer una luz se prendió al otro lado de la pantalla, escuchó voces , reconocio la de su hermano, corrio a la pantalla y comenzo a golpearla y a gritar, pero luego de un tiempo se dio cuenta que estos gritos no eran escuchados al otro lado.
Se tiro en un rincon y vio a su hermano acercarse a la tv. Se le humedecieron los ojos y se lleno de esperanza, comenzó a acercarse nuevamente a la pantalla, vio como el otro joven desvio su mirada al suelo y tomó la piedra de la abuela. Grito con todas sus fuerzas, mas su hermano nunca lo miro, sin desviar la mirada de la piedra este estiro su mano y apago la tele.

A veces nuestro sueño se puede volver en pesadilla. Tomamos decisiones sin pensar en las consecuencias que estas pueden traer, al tiempo nos damos cuenta de lo mal que hicimos. En algunas ocaciones podemos volver atrás, pero en otras simplemente quedamos atrapados al otro lado de la pantalla sin posibilidad de volver.